LA CREACION DE LOS ANIMALES

34 nuestro «capitán». Antes, cada una tenía uno o varios chamanes para protegernos de los malos espíritus, para curarnos, para transmitir nuestros cantos y nuestros mitos. Hoy muy pocos quieren ser chamanes y nuestra cultura ancestral se está debilitando. Sin embargo nos gusta hablar nuestro idioma y no hay actualmente un e´ñepa que no sepa hablar el idioma de sus padres. Poco a poco también estamos aprendiendo a hablar castellano y algunos jóvenes e´ñepa ya se han incorporado a la vida política de nuestro municipio para defender nuestros derechos y nuestras tierras. También hemos conservado algunas de nuestras fiestas: la más bella de todas es la fiesta de la puesta del guayuco que llamamos katyayïnto´ . Cuando los niños son pequeños viven desnudos, cargando sólo adornos y amuletos alrededor del cuello y de otras partes del cuerpo. Cuando los niños varones alcanzan la edad de llevar su primer guayuco, entre seis y siete años, toda la comunidad organiza una gran fiesta que dura más de un mes. La preparación es muy larga: los hombres deben ir a cazar y pescar durante varios días, y deben tallar la canoa ( kanawa ) en la cual se conser- vará el cachiri , hecho de jugo de caña de azúcar, yuca y cazabe quemado. Es nuestra

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